Durante décadas hemos sido testigos de las diversas transformaciones que surgen en la escuela, ésta como constructo social se despliega con más entereza hoy, entre pueblos y comunidades.
Hasta Marzo del año en curso, nuestros calendarios estaban – de manera similar- organizados para los próximos meses, sin embargo ante la emergencia sanitaria, no sólo se vio afectado, sino que debió surgir una reinvención de roles y funciones dentro de los liceos.
Sin duda, el educador y educadora son claves en la formación de los niños, niñas y jóvenes; hoy es también un profesional que debe contener a la familia; aquella cesante, enferma o agobiada de la situación, que aqueja al mundo entero. Asimismo, los asistentes de la educación: kinesiólogos, sicólogos, administrativos y auxiliares son parte importante de la membrana de cada realidad educativa; estando presente en entrega de alimentos y actividades para nuestra comuna. Por otro lado, el liderazgo, se ha visto impactado en sus funciones; desde las decisiones hasta la permeabilidad con que se enfrentan las familias, pues no sólo nos encontramos con lo pedagógico, sino con la necesidad de contar con herramientas socio emocionales para los (as) estudiantes y su entorno.
Hacer escuela este 2020, ha sido uno de los años más desafiantes, pues no sólo se pone a prueba la calidad profesional de las instancias de cada comunidad educativa, sino que la inteligencia social y emocional de cada uno; primero con la propia familia y luego con aquellas, que llenan la escuela. Es éste un año de cambios: cansador y abrumante, sin embargo, es también un momento histórico en todas sus dimensiones: desde la misma crisis de salud hasta el cambio de Constitución Nacional.
Es en este momento, cuando todos los estamentos agotan sus recursos, para instalarse como una figura innovadora y trascendente, que pueda mejorar – tanto desde una clase virtual -, hasta el apoyo que necesita un (a) alumno (a) en su hogar. Es ésta la mejor oportunidad, para demostrar que – tal como señalara Mandela- y pensando en el buen sentido: “La Educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”; pudiendo transformar la vida en casa, dándole un vuelco a la incertidumbre y hacer que tengamos la esperanza de afrontar los cambios en sus variadas dimensiones; construyendo entre todos una nueva historia, tanto para la vida y necesariamente, para nuestra escuela.
Mariela Silva Salas
Evaluación y Currículum
Liceo Bicentenario Manuel Jesús Andrade B.